OTROS TIPOS DE DEUDA

No le debo al mundo ni a nadie tener más conocimientos, más cultura, o saber de esto o de lo otro. Si no lo sé, no pasa nada. No hay deuda. No debo nada al mundo.

Acepto el regalo de vivir tal cual.

Estoy vivo sin condiciones.

Estoy aquí por amor.

A nadie le debo ser la persona perfecta a sus ojos.

A la sociedad no le debo ser una top model, tener carrera y máster o tener un trabajo como el que se supone que debo tener.

Ni siquiera me debo a mí hacerlo.

No estoy ni en deuda conmigo, ¿de qué? En esta libertad de actuación, sale lo que de verdad deseo, y ahí no existe la deuda, solo hacerlo.

No le debo a mi marido ser la esposa perfecta ni a mis hijos ser la madre perfecta. Ni tener la casa como todo el mundo tiene. Si algo le debo al mundo, es ser yo misma, y ni eso, pues soy un regalo, y, cuando se regala algo, no existe la deuda.

El amor no lleva deuda en sí, y yo vengo del amor y soy amor, así que soy libre, no debo nada.

Todo son ideologías que privan libertad y nada existe.

Que todo lo que haga sea desde la libertad, sin buscar la aprobación de nadie, sin poner condiciones, sin esperar nada a cambio.

No sacrificaré mi libertad, mi regalo, mi vida, por contentar el ego que he creado, y por tanto, veo alrededor en egos de otros, que son el mío.

Cuando entro en la vibración de amor, nada tiene tanta importancia, la vida es demasiado bonita como para invertirla en aquello a lo que hemos puesto como límites… vistos desde otra perspectiva… no lo son.

Solo así puedo ser lo que soy, en pureza.

Solo así puedo salir de la inconsciencia, solo así puedo habitar la realidad y disfrutar del regalo de la vida, que nada te pide, solo vivirla.

No te pidas nada, no te fuerces, no te exijas, la vida no lo hace, ¿lo haces tú?

No tengo porqué aparentar algo que no quiero, hacer buena cara cuando me siento triste o ir a un lugar porque se supone que tengo que ir y no me apetece.

No tengo porqué aguantar nada, ninguna situación que no me guste, alguna persona que no vibre conmigo, o acciones que todos hacen y yo no quiero hacer.

Es mi decisión hacerlo o no. Todo está en mí. Si hago algo que no quiero, es por miedo.

Siempre el miedo es lo que me separa de mí, a no poder, no ser capaz, perder, fallar o fracasar, nos ser válido, que me castiguen o se burlen… No he venido a sufrir, a falsear, o a hacer algo que no quiera hacer.

He venido a crear mi paraíso, guiado por mis deseos, y solo podré crearlo si me siento libre de hacerlo.

Esto nadie lo puede hacer por mí, soy yo quien ha creado todos los límites que veo.

Yo y nadie más.

En realidad no tengo límites para los sueños que quiero, soy yo quien veo la realidad distorsionada.

Solo en el ahora se me presentarán todos los límites que he creado, uno a uno, hasta que los sienta, me haga presente a ellos y experimente que no eran para tanto.

Solo así, al sentirlos todos y ver que soy libre, podre crear la realidad que mi corazón me dice.

Solo desde esta libertad actuaré siempre desde el amor, y no desde lo que me he creído pero que no resuena conmigo, que no es el amor.

Solo desde la libertad de actuar, creare mi paraíso. Traeré paz y amor a mí y a mi alrededor.

Todo el mundo puede pues todos somos lo mismo.

No prometas nada que no sabes, pues no sabes nada. La promesa crea deuda, y esta deuda puede mantenerse entre vidas terrenales, con diferentes cuerpos y en diferentes situaciones, aunque no seas consciente de la promesa que os hicisteis en otra vida, y no sepas por qué actuáis como actuáis. Como toda deuda: sentir para liberar.

Pierdes tu centro en ti cuando piensas que le debes algo a la vida: una sonrisa, un ‘buenos días’, una escucha, un ‘cómo estás’, que me vean, o que no me vean vaya que no les guste, que eso lo hago bien, y si me equivoco, una explicación vaya que piensen lo que no es… tu centro está fuera, y siempre por buscar fuera lo que está en nosotros mismos.

Por buscar ese amor, esa aprobación. ¿Y si te digo que fuera y dentro es lo mismo y que tú eres lo que ves a tu alrededor? Ya no te centrarás fuera, no necesitarás ser aprobado pues, cuanto más te apruebes tú, más lo hará el resto que… ¡ERES TÚ!

Solo así, despreocupándote de fuera, sintiendo dentro, en tu centro, actuarás desde lo que de verdad deseas sin forzar, y serás más real y auténtico, sin máscara, serás de verdad, serás tú.

Fragmento sacado del Libro ‘Conoce el Todo’ de María Castaño, te dejo por aquí los enlaces:

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Muchas Gracias, bellezas

Un abrazo 🙂

María Castaño